El presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidre Fainé, el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, y su homólogo en el Banco Sabadell, Josep Oliu, han negado este martes haber recibido presiones para trasladar sus sedes sociales fuera de Cataluña en otoño de 2017 y han reconocido que pidieron al Gobierno español el decreto que facilitaba el traslado fuera de Cataluña. Los directivos bancarios han hecho estas afirmaciones en la comisión de investigación sobre el artículo 155 en el Parlament.
El director de CaixaBank, Jordi Gual, ha reconocido que buscaron mecanismos para trasladar la sede sin tener que convocar la junta de accionistas y que el decreto del Gobierno lo facilitó. "Contactamos con el Gobierno en relación a si era posible cambiar de sede de manera ágil, aunque sabíamos que la junta general de accionistas lo apoyaría, pero como era una situación de emergencia cuanto antes actuáramos, más pronto se cortaba de raíz" ha indicado.
"En ningún momento recibimos presiones políticas. Somos una entidad absolutamente profesional y la decisión dolorosa se tomó con el objetivo de proteger el trabajo de los empleados, los ahorros de los clientes y las inversiones de los accionistas", ha manifestado Gual. "La salida de depósitos era exponencial y en una sola semana salieron 7000 millones de euros" ha recordado. "Teníamos que actuar radicalmente para cortar este proceso exponencial", ha argumentado Gual.
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha manifestado en su intervención que el traslado de la sede "no fue precipitada y tampoco gratuita, fue absolutamente necesaria en ese momento. A raíz de una salida de depósitos" ha justificado. Además, ha apuntado que "no recibí ninguna presión ni de la Corona ni del Gobierno español".
"Fue una decisión necesaria en un contexto social convulso, con incertidumbre e inquietud por el movimiento de saldos", ha dicho Oliu, además de considerar que fue una "decisión extraordinariamente difícil y lamentable". En este sentido ha cifrado en 4.500 millones los saldos perdidos en la primera semana de octubre del 2017, de los que el 57% procedía de clientes de Catalunya.