La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) cree que el Gobierno español tiene que seleccionar mejor su inversión en infraestructuras ferroviarias y señala en un estudio que el Estado ha primado el AVE por delante de Cercanías, a pesar de representar el 90% de los usuarios que viajan en tren en el Estado español. Esta red sólo recibió 3.679 millones en 28 años y la casi la mitad fueron a parar a Madrid, mientras que Barcelona ha tenido la misma inversión que Cádiz.
España cuenta con la red de alta velocidad ferroviaria más extensa del mundo, pero Airef addvierte que su intensidad de uso es la más baja de todos los países con una red significativa de alta velocidad. Pese a que la alta velocidad ha supuesto "importantes mejoras en tiempos de viaje y ahorros en coste generalizado de transporte para todas las provincias", también ha contribuido a un aumento de las disparidades territoriales y "no se observa un aumento de la cohesión social", señala el informe.
Tal es la situación descrita en su estudio, que pide al Gobierno español pensar muy bien si vale la pena ejecutar toda la inversión pendiente en el AVE, de 73.000 millones. Este es el dinero que el Estado prevé gastar para construir los 5.654 kilómetros de vías que quedan por hacer, según recoge el vigente plan de infraestructuras.
El organismo destaca la “escasa inversión” en la red de Cercanías, que recomienda reforzar porque se trata del servicio ferroviario más utilizado en España. En el 2018 lo utilizaron 562,2 millones de viajeros, que suponen el 90% de todos los usuarios del ferrocarril. Madrid y Barcelona concentran el 86% de los viajeros y el 34% de la red.
Pese a la relevancia del número de usuarios de Cercanías, la inversión total en esta red en el período 1990-2018 “se ha limitado a 3.679 millones de euros”. De este dinero, el 47,8% se ha destinado a la red de cercanías de Madrid, mientras que la de Barcelona ha recibido el 16,8% de la inversión, igual que la de Cádiz.