El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha incumplido la promesa de acabar con los puentes festivos que hizo durante su primer discurso de investidura en 2011. Cinco años después, el calendario laboral no se ha modificado y la próxima semana por ejemplo, se mantienen los festivos previstos para martes y jueves. El incumplimiento se añade al hecho que su ejecutivo subiera los impuestos (IRPF, IVA e IBI), a pesar que durante la campaña electoral el PP proponía bajarlos.
Rajoy aseguró que quería acabar con los puentes por el "coste" que suponían para la economía y proponía trasladar a los lunes los días festivos que cayeran entre semana. "Para fomentar la eficiencia del mercado de trabajo, entre otras medidas, racionalizaremos el calendario laboral para hacer compatibles los derechos de los trabajos con la competitividad de las empresas. En concreto, abordaremos los costes que para nuestra economía suponen los puentes , por lo que se trasladarán las fiestas al lunes más cercano, con la excepción de aquellas fechas de mayor arraigo social ", dijo durante el discurso.
La propuesta había sido presentada por las patronales CEOE y Cepime. El Gobierno calculó que de salir adelante, la medida mejoraría la producción industrial en 2.000 millones de euros.