El Parlament ha hecho este jueves una declaración institucional de apoyo a los trabajadores de Nissan ante la “incertidumbre” que se cierne sobre el futuro de las plantas catalanas y para pedir a la empresa que “mantenga la base de sus operaciones industriales en Catalunya” y busque “soluciones para garantizar la continuidad de la producción de vehículos en la Zona Franca”.
La empresa, que forma parte de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, es el segundo vendedor de vehículos a escala mundial, y da trabajo a 3.000 personas en Catalunya. Nissan y los comités de empresa llegaron a un acuerdo en el año 2019 para rescindir el contrato a 600 trabajadores a cambio de “reorientar las plantas hacia nuevos productos”, después de que la multinacional trasladara la producción de diversos modelos de la Zona Franca hacia otras plantas.
La declaración de la cámara catalana recuerda que la Generalitat concedió ayudas económicas a la automovilística para adaptar la nueva planta de pintura de la Zona Franca a los “nuevos requisitos medioambientales” y “reducir el impacto económico de la inversión”. Sin embargo, Nissan ha anunciado que dejará de fabricar en Catalunya el vehículo Mercedes a partir del mes de mayo, un hecho que deja a la multinacional en “una situación palabra precaria”.
“Las incertidumbres que se generan, fruto de un entorno de inestabilidad internacional, junto con cambios tecnológicos y energéticos disruptivos que afectan al sector del automóvil, colocan a Nissan en Catalunya en una situación precaria y muy crítica”, admite el Parlament.
La cámara catalana señala que “el impacto negativo que pueden suponer decisiones drásticas en Nissan repercutirá directamente en todo el parque de proveedores y empresas auxiliares” del sector de la automoción, donde trabajan más de 20.000 personas.